El principio de perpetuidad, también conocido como anualidad perpetua o perpetuidad, es un concepto financiero que se refiere a una serie de flujos de efectivo iguales que continúan indefinidamente en el futuro.
En el contexto de una empresa, el principio de perpetuidad se puede aplicar al cálculo del valor de las ganancias o flujos de efectivo futuros de una empresa.
El principio se basa en la idea de que las ganancias o los flujos de efectivo de una empresa pueden considerarse como un flujo perpetuo de pagos que continuará indefinidamente en el futuro.
Para determinar el valor presente de esta corriente de flujos de efectivo, los flujos de efectivo futuros deben descontarse a su valor presente utilizando una tasa de descuento apropiada.
El principio de perpetuidad se utiliza en el concepto de entidad, empresa o corporación perpetua mediante el aumento de una gran cantidad de dinero invertido en efectivo que rinde activos a tasa fija, como alquileres de bienes raíces.
